Cómo darle un giro a tus clases de Historia
Una imagen: alumnos mirando el reloj a cada rato, con los hombros caídos, la mirada soñolienta y que piensan “y esto, a mí, ¿qué me importa?”. Muchas clases continúan siendo así, y una de las asignaturas que más ha sufrido debido a la educación tradicional es la de Historia. Por suerte, hoy en día hay muchas maneras de convertir una clase típicamente ‘aburrida’ y clásica en una dinámica y amena, tanto para los estudiantes como para el profesorado. Veamos cómo.
Lee W. Formwalt, historiador americano, habla de siete normas que debes incorporar en tus clases si quieres darles vida, y aunque ahora hablaremos de algunas de ellas, aquí puedes consultar el resto.
¡Empezamos!
1. Muestra (¡y ten!) entusiasmo. Como en cualquier otra clase, si el profesor no demuestra entusiasmo y pasión por lo que enseña es muy difícil que sus alumnos sientan el más mínimo interés en aquello que está explicando. Contagiar el amor por lo que estás enseñando es una de las herramientas más infalibles si quieres hacer partícipes a los estudiantes. Si todas las clases se basan en leer, memorizar y, una vez hecho el examen, olvidar el contenido, tienes que replantearte cómo planificas las clases y darles un giro.
2. Usa fuentes primarias y secundarias. Estructurar las clases alrededor de fuentes que hablen en primera mano de lo que sucedió puede ser muy beneficioso para los estudiantes. Ver el impacto que tuvo en la población, ya sea mediante cartas, testimonios y otras fuentes, y no basarse únicamente en el libro de texto, enriquece el aprendizaje y permite contextualizar la historia y hacerla significativa.
3. Explora los recursos a tu alrededor. Hay muchísimas películas que tratan sobre eventos clave de la historia y que sirven para acercar a los alumnos un tema que, a simple vista, está alejado de los alumnos. Analizad las noticias de hoy, interésalos por lo que sucede a su alrededor, reflexionad sobre qué conductas aún no han desaparecido y qué prejuicios se siguen perpetuando.
4. Asimismo, los libros son un gran aliado para tus clases. Leer historia novelada es mucho más atrayente que memorizar datos. En referencia a eso, las ediciones escolares pueden ser de gran ayuda para tus clases, pues las guías didácticas que ofrecen contienen preguntas y puntos de reflexión que serán de ayuda para tus alumnos. Amenos, objetivos, con capítulos cortos y con un lenguaje claro y sin carga ideológica, libros como La Guerra Civil contada a los jóvenes, de Arturo Pérez-Reverte, ofrecen una visión sin diluir y muy cercana de lo que sucedió en España, por ejemplo. Si tenemos en cuenta que además va acompañado de ilustraciones, mapas, glosarios y una línea cronológica, es una fuente magnífica de información para el alumnado.
Hay muchas charlas (como las charlas TED) y recursos online que puedes utilizar para tus clases. Investiga, trabaja por proyectos, plantea cuestiones y escucha lo que tienen que decir tus alumnos de lo que ocurrió en el mundo, y de lo que sucede actualmente. Haz que dejen de bostezar y de mirar el reloj y que, en vez de eso, tengan un rol principal en lo que aprenden y cómo lo aprenden. Ayúdales a recordar la historia, a reflexionar sobre el pasado y a pensar en cómo pueden mejorar el mundo. Y, como decimos siempre, ¡disfruta!